No conocía a estás criaturas de formas satánicas y de carne como de hule transparente, que brincaban bajo la niebla aposentada sobre el valle; antes de verlas las bautizó "alebrijes" porque así, ¡alebrijeeeeeeee...!, sonaba el grito que los extraños seres lanzaban a coro, como lobos mirando la luna...
martes, 18 de mayo de 2010
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Hola Miguel ya me quiero comer un alebrije de estos con salsa bien picante!!!
ResponderEliminarSaludo
Penélope